El 'Café Américain' de Charlie T

De todos los bares en todos los pueblos del mundo, Charlie entra en el de ellas...

OK, tal vez no sea tan así. Pero para una ciudad de casi 25 millones de habitantes, Shanghai puede resultar a veces abrumadoramente pequeña. Y como el famoso café de 'Casablanca', la ciudad es huésped de un complejo engendro de personajes que tal vez no deberían encajar en la misma escena, pero quienes - por diferentes razones y merced a distintas vicisitudes - se ven a si mismos conectados por su coexistencia en este limbo tan particular.

Y así fue que, fascinado por las capas multiculturales de esta megalópolis (que puede pasar de boutique futurista en plan realidad virtual a un 'angosto callejón de empedrado apenas iluminado en lo que dura un viaje en elevador), Charlie T llegó a China con un puñado de canciones y una mente abierta a todo.

Buscando colaborar con talentos locales en el nuevo album de Électriciennes, muy pronto se hizo evidente que todos los caminos conducían a un pequeño número de estrellas internacionales que han estado iluminando la vida nocturna de la ciudad por años. Y gracias a su inestimable apoyo, el album empezó a tomar forma. Con la voz enorme de Anne Evenou - la estrella internacional de Jazz con raíces clásicas - inyectando fuerza y misterio por igual en “Gone”, un tema a la medida del universo musical de Blade Runner. Con la rendición impecable y sensual de Elle Blinken “Polaroids”. Con Alyona Leey su inspirada deconstrucción de “To Be The One” - un reconocimiento del dolor tantas veces ignorado que significa tener que dejar a alguien a quien aún amamos a pesar de todo. Con el optimismo y carisma de Tina Ziguray su sutil presencia multifacética, creando el perfecto espacio para el techno-reggae de “This Time”. Y con la magia atemporal, la garra y el soul (no, EL SOUL) de Denise Mininfield haciendo una aparición sorpresa en el disco.

Seis meses más tarde, el resultado es una exploración catártica. Una profunda conversación musical sobre un cambio colosal, la ambivalencia del deseo, las sutilezas de la autoestima, y cierta inevitable familiaridad que surge de escuchar durante décadas la música de otros.

El proyecto ahora pasa a la fase de mezcla. En algún lugar de los arbolados bulevares Parisinos de Xintiandi, Charlie buscó beneficiarse del oido agudo y el gusto impecable de Benjamin L’Hotellier. Además, no está demás decir, del sólido enjambre de circuitería que son los estudios KerSound - donde ha grabado gente de la talla de Quentin Paquignon, Tia Ray y Joelle Jay (amén de crear también diseño de sonido para, entre otros, Porsche y Ferrari; porque, por qué no?).

Y aunque no iríamos tan lejos de acusar a Charlie de borracho, lo cierto es que él mismo sin duda sonreiría de oir la frase de Captain Renaud’s Casablanca: "Eso hace a Rick un ciudadano del mundo". Esto Charlie sin duda lo es. Y de seguro, más allá de particulares inclinaciones musicales de cada quien, esto ha sido efectivamente el comienzo de un sinnúmero de hermosas amistades...

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